Agradecer genuinamente es un acto muy poderoso.
Decir gracias es reconocer que hemos recibido algo: una sonrisa, un favor, una flor, tiempo, una palabra de aliento, un trabajo, alguien nos alcanzó un té o sirvió de comer.
Decir gracias es haber aceptado algo, es estar abierto a recibir y estar agradecido por ello.
Agradecer ayuda a reforzar nuestras vibraciones en el área de la abundancia, de la autoestima, de la apreciación.
Me sumo al desafío y digo GRACIAS POR:
La vida que me han dado y que día a día tengo, por el hijo Increíble y maravilloso que vive conmigo. Por la gente con la que trabajo. Por las mascotas que me dan tanto amor cuando me siento triste y me hacen reir aun mas cuando estoy contenta. Por mis elementos de trabajo. Por aquellas personas que confían en mi para enseñarles las cosas que se, o para que aprendamos juntos.
Doy gracias por todas esas personas que me han dado una mano cuando mas lo necesite y por aquellas que aun lo hacen. Doy gracias por los amigos que están ahí, por la gente hermosa que en Facebook conocí.
Doy Gracias por el trabajo que tengo, el cual amo, y por la oportunidad que me dio la vida de continuar estudiando.
Doy gracias por la casa en la que vivo, y por el plato de comida que día a día tengo en mi mesa. Doy gracias por el agua y la ropa y el calzado que uso.
Te doy gracias a ti por estar leyendo este post.
Sentémonos unos minutos a pensar cuan afortunados somos. Respiremos profundo. Quedémonos unos segundos simplemente conectados con nuestra respiración. Dejemos que nuestro corazón hable. Agradezcamos este momento con nosotros mismos.
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