Cuando la fantasía es tan cruel como la realidad

¿Masoquismo o despertar?

Desde el momento que tuve que aceptar que ya no estarías más en mi vida, tuve que buscar una alternativa para mitigar el dolor que me producia tu partida.

Pensar en ti, me dañaba, recordarte me destruia, ya que siempre volvía a preguntarme ¿qué fue lo que hice mal?

Ese circulo vicioso de dolor estaba destruyendome, asi que decidí recurrir a la fantasía.

Dicen que nuestra mente es poderosa y que con ella podemos crear lo que queramos. Por lo tanto use el poder de mi imaginación para mitigar el dolor. Use cada recuerdo que tengo de ti, a mi favor.

Cada vez que te extrañaba, cerraba mis ojos por un instante, intentaba formar la imagen de uno de los momentos en los que estuvimos juntos y al abrir los ojos, todo lo que sucedía a continuación era la fantasía que comenzaba a crear.

Al principio hablaba contigo en mi mente e imaginaba tus respuestas, ya que aun podía recordar el sonido de tu voz, de tu risa. Luego pasó a ser insuficiente y comencé a dialogar contigo en voz alta, Ahora entiendo a los locos...

Sin embargo mi cuerpo comenzó a anhelar de nuevo tus caricias, hablar contigo ya no era suficiente, y tuve que recurrir nuevamente a los recuerdos de nuestras veces juntos para poder tratar de satisfacerlo, fue aún más difícil de conseguir, ya que el placer que mi piel sentía con tu roce no era el mismo que sentir mi toque. Sabía que no podía usar a otra persona para reemplazarte así que comprendí que la única opción era llevar mi imaginación al límite, y así fue como me encontré a mi misma perdida en mi mente.

Pero mi cuerpo sabe que mis caricias, no son producidas por ti y ultimamente me boicotea.

Algo en mi, quiere recordarme que ya no estas aqui para mi.
¡Como si necesitara un recordatorio!

Quizás es solo mi cordura que pretende demostrarme que estoy a un paso de la locura. O tal vez solo sea que me gusta sufrir por tu ausencia.

Quizás el dolor de tu partida me recuerda que aún estoy viva. Realmente no lo se, sin embargo si sé que no puedo ni debo seguir llorando por ti. Porque se que en algun momento volvere a odiarme y a culparme por haberte amado. Y sé que soy muy autodestructiva cuando me odio a mi misma.

Sin embargo entiendo que tengo que dejarte ir y quizas, solo, quizas, algo en mi comienza a aceptarlo y de a poco me va enfrentando con la realidad.